Automotriz
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En el sector automotriz, la fibra de aramida Q5 se ha consolidado como un material clave gracias a su resistencia mecánica, estabilidad térmica y bajo peso. Estas propiedades permiten su uso en componentes donde el rendimiento, la seguridad y la durabilidad son fundamentales, especialmente en condiciones extremas de fricción, calor o presión.
Los principales usos de la aramida en automóviles incluyen materiales de fricción como pastillas de freno y discos de embrague, donde actúa como refuerzo estructural que mejora la disipación del calor, reduce el desgaste y prolonga la vida útil del sistema. También se emplea en neumáticos de alto rendimiento, como refuerzo en las capas interiores para mejorar la rigidez y la resistencia al estallido. Además, la aramida forma parte de composites estructurales y paneles ligeros que ayudan a reducir el peso total del vehículo, lo cual contribuye a una mayor eficiencia energética sin comprometer la resistencia.
Gracias a su versatilidad y fiabilidad, la aramida es un componente estratégico en el diseño de vehículos modernos, incluidos autos de alto desempeño, eléctricos, híbridos y de competencia, donde cada gramo cuenta y cada material debe soportar condiciones exigentes. En una industria que evoluciona hacia soluciones más seguras, ligeras y sostenibles, la aramida representa una tecnología de alto valor agregado.